Raquel Barreda

Armando Zesatti : Semblanza

(Ciudad de México, 1967)
Desde niño pincelaba imágenes sobre papel con gran facilidad, sin saber que llegaría a convertirse en un artista plástico. Su gran pasión por la pintura, que en un principio tuvo tintes de pasatiempo, llegó a convertirse en su oficio y, a la vez, en un remanso de paz.

Comenzó a trabajar en acuarela y tinta china, después se familiarizó con el óleo y fue definitivamente el acrílico la técnica que lo cautivo.

De bodegones, marinas, juguetes mexicanos y temas ecuestres pasó a pintar diferentes paisajes y ecosistemas que abarcan una larga etapa de su carrera, etapa que llega hasta la actualidad.

En cada trazo, Zesatti se propone imitar a la naturaleza y elige por ello lienzos de gran tamaño. Trabaja sobre sus propias fotografías digitales con el fin de reproducir cada detalle y ceñirse lo mas posible a la imagen. Por ello prefiere la luz de la mañana; empieza temprano para aprovecharla y solo se detiene brevemente para comer.

Su propósito es que mirar sus cuadros sea placentero y que quien lo haga se sienta a gusto. Por eso, evita las imágenes deprimentes.

Entre sus influencias menciona la pintura de Claudio Bravo, pondera la tecnica de Arturo Rivera, se identifica con Tomás Sánchez y celebra el trabajo de Rafael Cauduro y Santiago Carbonell.

Zesatti hoy está pintando olas, mañana querrá hacer nubes. En los últimos años han cambiado sus trazos,

que ahora son mucho más elaborados. Tiende hacia una expresión mas libre en la que el contraste de colores permite resaltar las imágenes para que todo en el lienzo se integre.

Desde hace dos años radica con su esposa en Valencia, España, pero se considera nómada y recorre senderos para conocer nuevas costumbres y encontrar a su paso algún reflejo en un arroyo, el rincón de un jardín, el juego de luz y sombra del manglar o el brillo inspirador de la espuma sobre las olas del océano.